martes, 11 de octubre de 2016

Pagos con lo real del cuerpo en el lazo social                            

Estela Maidac                                                                                         

A modo de introducción
El cuerpo que tenemos pertenece a los tres registros: imaginario, ese que se arma frente al espejo pero sostenidos por un Otro, tiempo de alienación a los significantes del Otro y júbilo por ver que esa imagen que nos promete unidad y potencia; el simbólico, baño de lenguaje que nos precede y en el que somos inmersos. Lacan la llamará lalangue. Fort- da, alienación-separación y marcas significantes que constituyen al sujeto barrado. Más adelante ese sujeto se hará escuchar en los fallidos, chistes, sueños, quiebres en las frases cuando el niño tome  la palabra. Palabra que como analistas, escuchamos su decir, verdades dichas a  medias que nos permiten hacer las operaciones analíticas: una interpretación, un corte, emitir un sonido o un gesto, etc. El tercer registro,  el real,  objeto perdido de la primera experiencia de satisfacción y que para Freud nos lleva a la interminable búsqueda. Repetición más allá del principio del placer. Para Lacan va a ser su único invento, el objeto a, objeto que rompe con la teoría del conocimiento entre un sujeto y un objeto  ya que este objeto es inespecularizable, irreconocible.  agujero de goce ligado a los objetos pulsionales,  agregando dos  a los de Freud,  la mirada y la voz. Objetos que en losange con el sujeto barrado  arman los fantasmas.
Porque apostamos al inconciente como materialidad significante, nuestra práctica y política es la del síntoma como vía regia para extraerle medias verdades al saber.  El significante nos pone letras en el cuerpo como escrituras que vienen del deseo del Otro.  
Por otra parte tanto analistas como analizantes estamos inscriptos como ciudadanos en un sistema social cuya política impone las reglas del juego. Cuando es un sistema neoliberal, como el actual, aumenta considerablemente el padecimiento :  hambre, desprotección, pérdida de trabajos para bajar salarios transformarlos en precarios, violencias de todo tipo. Por ejemplo el operar a la manera de la dictadura de varios gendarmes contra dos chicos de la villa 21 Ivan y Ezequiel relacionados a La Garganta Poderosa.
Respecto al sufrimiento de nuestros pacientes estamos preparados y dispuestos a acompañarlos a que alivien sus sufrimientos neuróticos o  psicóticos que los atormentan para poder afrontar mejor, los de la vida. Pero ante el sufrimiento social también estamos  expuestos,  si no somos indiferentes, y puede responder nuestro cuerpo.
Lacan decía que en sus seminarios estaba en posición de analizante porque era quien hablaba, nosotros, analistas también podemos estar en posición de analizante en nuestro propio análisis o dando un seminario pero en la calle estamos en posición de ciudadanos. También como analistas podemos llevar adelante tratamientos en hospitales, por ejemplo o  hacer lecturas o intervenciones en lo social, en escuelas, por ejemplo. También podemos elegir ser militantes de una política determinada.  Pienso que son diferentes posiciones.
Me pregunto si cuando presentamos un caso o hacemos una lectura de una película o un libro estamos en posición de analizantes.


Voy a presentar algunas puntuaciones sobre el film “La chica danesa” del director Tom Hooper. Se  trata del primer caso de operación de un transexual. Empieza en Copenhague,  1926
Lo que más me conmovió de esta película fue su estética. Bellísima pero también me dio la oportunidad de contactarme con el sufrimiento subjetivo por el que pasa alguien que se siente en un cuerpo equivocado.  Eddie Redmayne nos lo hace vivir con él. Recalco el sufrimiento porque a veces corremos el riesgo de desestimarlo por la angustia que puede producirnos.
Nunca  he tenido oportunidad de tratar a un transexual pues el año que estuve en el equipo del Dr Morgan en el Borda haciendo psicodiagnósticos, nunca me tocó hacerle a un transexual y cuando pude entrar a un hospital fue en el equipo de niños del Lanús.
Los discursos que plantea Lacan en el seminario 17 los pienso usables para la lectura de situaciones discursivas además de  en la experiencia analítica.
Al comienzo de la película, él, Einar Weneger, que luego será Lili, está en posición de amo y su partenaire, Gerda, una histérica. Sabemos del destino del amo cuando es interpelado en su deseo por la histérica. Acá más que la castración del amo que está en el lugar de su verdad lo que va a aparecer es un transexual.
Hay una primera escena en la que vemos una mirada dolorosa de ella. Podría ser la envidia fálica ante él que posee los brillos de ser uno de los mejores pintores de Dinamarca como dice su marchand en la muestra del Rasmuseum con la que abre el film.
 La sacan de esa mirada, dos comentarios que le dirige una mujer sobre si le gustaría pintar así o si se siente orgullosa de su marido y el encuentro con la mirada de él. Se recompone. De la muestra  salieron riendo y festejando juntos los éxitos obtenidos por él.
Como ella también es pintora pero con sus retratos no logra interesar al mercado nos podríamos quedar con la envidia fálica sin embargo pienso que nos guía mejor la ruta del deseo.
El dolor en su mirada lo interpreto como su desgarramiento histérico de saberse objeto para el deseo del Otro.
A  la mañana siguiente a la inauguración ella se levantó antes y él le pide que regrese a la cama. Ella le responde: “Quiero que me lo pidas amablemente para no sentirme manipulada”.
No falta contacto corporal entre ellos y en las escenas que suponemos que hay  coito, ella se lo monta. En una fiesta  cuenta en un grupo que fue ella quien se lo levantó. Que él era muy tímido.
 Además de histérica y su insistencia en el deseo, era una artista con todo lo subversivo que esto podía implicar. Se queda a solas de ex profeso con un hombre a quien le está haciendo  un retrato. Ante su incomodidad le dice que se entregue a ser mirado por una mujer que a los hombres les cuesta, pero que si se entregan, les gusta.
 Las cartas están echadas casi desde el comienzo del film. El va a una sala de ensayos y clases de baile clásico y pasa la mano por las ropas femeninas de una manera  sugestiva. Cuando Ulla, amiga y modelo de Gerda,  lo descubre en el lugar, le comenta a la mujer que la viste que no se preocupe que él, sólo tiene ojos para su mujer. Él no entra en el juego en que Ulla es la otra mujer para Gerda. No es el marido de la Bella Carnicera de Freud interpretado por Lacan.  Gerda es única para él casi como las madres de los transexuales que describe Stoller.
Él vive pintando obsesivamente. Lo voy a interpretar como su anudamiento . Cuando ella le dice que a veces piensa que va a atravesar el lienzo y va a caer en el pantano que está pintando, él le responde que el pantano está en él. Sale de su boca un saber “ sospechado”  que irrumpe. El no le perdió la pista a Hans, su amor de la adolescencia. Sabe que es un gran comerciante de cuadros en París. En aquella época lo alentaba a ser pintor.
Ella, insiste. Le pide que pose para ella en lugar de Ulla que no puede ir. Que se ponga medias de mujer y  zapatos de bailarina. No le alcanza, lo hace sostener  el vestido sobre su cuerpo.
 Ulla entra, ve  la escena y lo bautiza Lili. Entre bromas ve que lo que él desea es ser una mujer.
Gerda sigue lo que para ella es un juego. Como a Einar no le gustan las fiestas  le propone que para divertirse vaya diferente. Lo pinta y lo viste de mujer. En la fiesta lo pierde y lo encuentra  besándose con un hombre. Empieza el derrumbe de ella que quiere  recuperar a Einar y el padecimiento de él que solo quiere ser Lili.
Se siente en un cuerpo equivocado y esto le produce sufrimientos desesperantes.
Gerda empieza a hacerle retratos a Lili. Los pinta con la pasión que Einar ponía en los paisajes. En esos retratos  trata de poner en imágenes  el enigma de la feminidad.
Se los lleva al Marchand y es invitada a Paris a exponerlos. Les viene bien partir de Copenhague porque en una visita médica Einar casi es encerrado en un psiquiátrico.
En París, Gerda intenta reencontrarlo por el lado de la pintura y recurre a Hans. Como él representa pintores  cree que lo va a ayudar a pintar.
Lili le insiste a Gerda que no quiere ser pintora, que quiere ser mujer. Se presenta ante Hans  como Lili, prima de Einar y le cuenta que su primo le contaba que se sentaban a soñar en las rocas. Rocas y paisajes que reproducía Einar en su pintura. Le recuerda el beso que le dio Hans a Einar interrumpido por la trompada que Hans recibió del padre de Einar,  probable motivo de que hayan dejado de verse. Ambos abandonan la pequeña ciudad.
La muestra de Guerda es un éxito.  Einar no la acompaña. Hans se  lo señala  y la invita a cenar. Ella insiste en ser la esposa de Einar y escapa de la muestra en plena tormenta. Llega derrumbada. La espera Lili con la cena y ante sus reclamos  le dice que Einar murió pero como Lili la ama a ella y le aclara que con su amigo solo se besan.   
 Acá está presente la desgarradura entre el amor y el deseo que Lacan va a sostener hasta el seminario 20 adonde los va a unir enfrentándolos  al goce en las neurosis.
Gerda, desesperada busca intervenciones medicas. La primera le dan como un electroshok en las partes supongo que con hormonas masculinas para matar a Lili. Como sigue nombrándola el médico lo  diagnostica como un perverso sin cura posible.
El segundo después de escucharlo escribe el diagnostico de esquizofrenia y va a buscar al equipo para internarlo. Él logra huir.
El tercero me recordó a Winicott porque cuando Einar la plantea que se siente mujer y  le dice que va a pensar que está loco o que los dos lo están. Gerda lo acompaña todo el tiempo salvo a la última operación que es hacerle la vagina y Lili elije ir sola. Ahí se separan.
 Lili se siente feliz de que por fin le van a sacar eso que siente de más en su cuerpo y su cuerpo va a coincidir con Lili, según imagina.
Este  médico les plantea que de él dicen que está loco por ofrecer la operación para satisfacer esa desesperada demanda del transexual. Les aclara que es muy peligrosa por la posibilidad de infección y que solo hubo un caso anterior que se escapó antes de la segunda operación.
Cuando estaba mirando la película se me acercó la chica que trabaja en mi casa y le comenté que era sobre un transexual que se quiso operar.  Con toda naturalidad me dijo: “Yo tengo una amiga que cuando la conocí era mujer. Ya se sacó las tetas y tiene pelo en el pecho. Me mata si la trato de mujer. Ahora está esperando que le hagan las dos operaciones vaciarla y hacerle un pito. Están en internet todos los pasos de las operaciones en hombres y mujeres. Ella dice que si se muere en la operación va a morir feliz porque así no quiere vivir.”   
Respuesta médica:
Discurso de amo: tienen los significantes S1 que les dan el saber, S2 para producir objetos aes que en los dos primeros casos son los pacientes. Si no puedo tranformarlo con mi sistema de hormonas es un perverso incurable. El segundo: si es ezquizofrénico, hay que internarlo. El poder médico en su máxima expresión.  Este punto se relaciona con lo que planteé al comienzo. Para el neoliberalismo la ley de salud mental tanto de CABA como de Nación son subversivas. Hay que ponerlas en manos del poder médico: neurociencias o terapias conductuales, por ejemplo. ¿Porqué no de la mano de la iglesia?  Monseñor Aguer está pidiendo derogar la Ley de identidad de género.
El tercero de los médicos,  escucha e intenta responder a la demanda del paciente. Ofrece operarlo y este fue el primer caso.
Cuando ya no pueda volver a ser Einar va a decir: “Dios me hizo mujer y un médico consiguió estar curándome de la enfermedad que era mi disfraz”.
El transexual desea: La Mujer.  Pienso que es una demanda que pide solución por el lado del objeto y no por el lado del amor vehiculizando algún deseo.
 Sexus viene de secare: cortar
 Caterine Millot en su libro Exsexo, ensayo sobre el transexualismo  dice: “Stoller pensó haber aislado su forma pura, que relaciona con uno de los momentos de la formación del “core gender identity”, del nucleo de la identidad del género en contraposición al sexo biológico. También marcó la diferencia con el travestido y el homosexual. Estos valorizan su pene en tanto que el transexual lo detesta y demanda que se lo saquen. Stoller ya  previene que la operación puede traer la descompensación psicótica del paciente.”
Hay una escena en la película que muestra  la particular relación que tienen los transexuales con el órgano. En Paris va a esos lugares que se ve a las prostitutas y se les pide que hagan cosas. Ella hace escenas sexis pero se da cuenta que la esta imitando. Entra en el juego y le sigue mostrando cómo se mueve una mujer. Cuando  imitándola llega a la zona del sexo se ve que se deprime al encontrar eso que para Lili esta de mas. En una escena anterior lo había escondido entre las piernas para verse en el espejo cuerpo de mujer.
Stoller dice: “No los hace la ciencia sino las madres”. No es el primero en nombrarlos de esa forma pero si en armar la estructura imaginaria de la relación con la madre. Esa madre  nunca se ha separado del hijo. O no le ha permitido el movimiento de separación. Tiene un contacto corporal con el niño casi permanente. Goza constantemente de su hijo y el padre casi no cuenta para ella y tampoco perturba esta relación. Con Lacan podemos hablar de la falta de la metáfora paterna que manda bajo la barra el deseo materno. Esto explica la falta de falicización del pene. Falta el falo como terceridad que va a dar toda significación y el nombre del padre como cuarto término que forme el cuaternario. El niño quedó en la relación dual con la madre.  Dicho así parecería que no hay dudas en diagnosticar una psicosis. Pero un diagnóstico solo puede hacerse en transferencia.
Recuerdan el caso Lulú. ¿Que fuera una nena no parecía una demanda de la madre del estilo de la que se escucha en el transexual?
Respecto a los diagnósticos con la teoría de los nudos podemos tener otra manera de pensarlos además de hacerlos en transferencia.
 C.  Millot dice algo así al respecto: “A partir de esta nueva formalización del  nudo borromeo se podría situar el recorrido transexual de la siguiente manera: a falta del anudamiento de RSI por medio del NP, RSI la identificación del sujeto a La Mujer haría un anudamiento particular, sólo mantiene unidos a lo I y lo S. Lo R, en cambio, no queda anudado, y la demanda transexual consiste en reclamar que en ese punto se produzca la corrección que habría de ajustar lo R del sexo al nudo I y S.
“El síntoma transexual tendría así la función estructural análoga a la que Lacan atribuye a la escritura para Joyce. Por ese suplemento se evita la psicosis.”
Nuestra posición de analistas nos hace  ocuparnos de la sexualidad que  no tiene que ver con la biología ni con responder a la demanda y considerar que  la sexualidad de esta época ha tenido cambios sustanciales. Por ejemplo, cuando empecé mi práctica, hace bastantes años, a los homosexuales se los consideraba perversos. En la clínica encontramos que la homosexualidad puede estar en una neurosis y en la psicosis toma la forma de empuje a la mujer. Socialmente una pareja homosexual puede contraer matrimonio y adoptar hijos como cualquier pareja.
Hasta ahora las patologías graves que tratamos provienen de parejas heteroxesuales.

Millot, Catherine, Exsexo, ensayo sobre el transexualismo, Catálogos-Paradiso. Bs.As. 1984