lunes, 22 de mayo de 2017

Ecos de la visita de Radmila Saguris por Margarita Urano

Se me ha ocurrido que quizás estuviera bueno aprovechar la visita de Radmila conversando en éste ámbito sobre ella; me pareció muy interesante lo de "psicoanálisis en la calle" ella misma se ubica viniendo de la calle y creo lo dice sacándose de encima el vestuario curricular de los títulos y quizás insignias transferenciales que no le interesan; en algunas reuniones para mí estuvieron presentes esos ecos de sus dichos en Debates, una demanda de llaneza en el discurso...así como viniendo de la calle y refiriendo el sujeto-paciente que viene de la calle en una invitación a hablar de esa calle de la que viene porque no todos los sujetos venimos de la misma calle aunque sea la misma literalmente, son muchos los ruidos y a veces ensordece un poco; No dejó de hacer referencia al tema eje que convoca a Debates este año, quizás alguna diferencia entre lazo social y vinculo, el lazo dice de lo colectivo y lo colectivo se ve y se escucha en la calle, la gente en la calle juntándose, protestando, pidiendo, compartiendo, durmiendo en fin la calle es un lugar que quizás para muchos o para algunos es más seguro que bajo el techo familiar, algo de eso creo hablamos hace un par de miércoles, una pena que fuimos tan pocos sobre todo por la deriva de las ideas.

El psicoanálisis se abrió desde su principio  hacia lo más íntimo de la vida psíquica individual, a lo inconsciente, y a lo que viene de los otros.
La vida social está hecha de acontecimientos vividos por la comunidad que son parte de la producción social de subjetividad  y originan o dirigen comportamientos; hemos vivido una época  de pobreza, exclusión y desocupación, lo hemos vivido en nuestros consultorios, con la producción de depresiones, intentos de suicidio etc. El fantasma de la exclusión se enlazaría con otros acontecimientos traumáticos. Actualmente no de actualidad inmediata ya tiene algunos años, se presenta el ataque de pánico, ese  desborde de angustia  que parece un demonio que posee el cuerpo del sujeto con sensaciones casi terroríficas.
Sabemos también de los modos de disciplinamiento del poder que se apoya y se sirve de estos si no es que los produce.
La puesta en escena que hacen los medios de una supuesta inseguridad extrema ha llevado al encierro incluso de los niños ( doble escolaridad, tareas múltiples etc. y todo guinoado. ), también esto  aparece en discurso que apunta a la inexistencia de un lugar suficientemente seguro, los asesinos violadores y ladrones pueden burlar todas las custodias legales y presenciales, entrar a cualquier casa o están en la familia; el miedo no lleva al cuidado. lleva a la parálisis y a la auto exclusión, el sujeto queda solo .
Hay una creencia en la satisfacción a través del consumo. Un intento de huída de todo padecimiento y dolor asimismo de la tristeza, se trata de consumir  la pastilla que calmaría la tristeza, confundiendo tristeza con depresión;  personas convertidas en objetos de consumo ya no en personas con quienes encontrarse; junto a esto aparece la gente en la calle, no se me escapa la marginación, la carencia, la falta de vivienda o de un estado que no  provee contención. Sin embargo si salimos a la calle podremos ver que la mayoría de estas personas están de a dos o tres,  o más, que se juntan alrededor de un fuego en invierno,  se solidarizan entre ellos y se cuidan; si del lazo social se trata,  contar con otros y tener otros para contar la vida.
Lazo social en tanto, genera a pesar de todo, nuevas formas de asociación que es necesario conocer en profundidad, con esquemas novedosos y fragmentarios. De este modo, las relaciones sociales, se dificultan a partir de una crisis de pertenencia e identidad, ligada a la caída de las formas típicas de socialización. El discurso lacaniano dice: "Por el simple efecto del lenguaje se precipita el lazo social".
Ahora bien, aquí nos encontramos en un campo  con otras disciplinas, como la política. Entendiendo la política desde Aristóteles como "todos los asuntos que se refieren a la "polis", la ciudad”, es en la polis donde el lazo social y el pacto se efectúan.
No está únicamente en juego la estructura del sujeto, está el lazo social que las instituciones promueven, ellas establecen las "leyes de intercambio". Nos encontramos en un territorio que es pertinente de nuestra práctica y no lo es.
Nuestra clínica es de lo singular, singular que no deja de estar en relación con el conjunto. La  posición propia del analista permite una escucha privilegiada de la subjetividad de la época, lo que da lugar a algún decir y hacer con respecto a los asuntos de la ciudad, de las instituciones de la misma, dónde el lazo social se efectúa. Ahora bien, los psicoanalistas también somos parte del  colectivo, implicados en uno y los otros.
Casi siempre repetimos esta puntuación de Freud al referirse a los procesos colectivos, respecto a la precipitación del sujeto en los efectos de masa, de identificación, agrupamiento, "soldadura" a los otros.
Bion y Pichon, desde diferentes posiciones analíticas y con distintos métodos, señalan a la tarea como posibilidad de resolución del colectivo.
Es posible que las instancias de producción de lazo social en las estructuras colectivas permitan acotar el goce obsceno.
Ulloa se interrogó sobre cómo, desde el psicoanálisis se puede incidir sobre las estructuras colectivas y propuso el “estar psicoanalista”, al abordar el colectivo y aún dice: “En las estructuras colectivas, el psicoanálisis está como invitado”. “El analista es convocado pero no demandado como tal”. “una subjetividad y una conciencia distinta se producen al sacar a la gente de la idiotez”. “Me refiero a idiota en
el sentido griego de alguien que no sabe lo que está haciendo, no tiene ideas claras sobre su oficio y su responsabilidad”. Las intervenciones apuntan a la posición del sujeto en relación al otro y a la tarea.
También Freud  se preguntaba  en el capítulo VI de Psicología de las Masas : “Si ese sustituto (el líder) podría ser reemplazado por una tendencia compartida, un deseo
del que la multitud pudiera participar.”

Colette Soler usa el discurso capitalista que Lacan nombrara, dice ella, un par de veces y no dejara escrito (salvo en aquel pizarrón milanés, últimamente releyendo el escrito sobre el pase vuelve a nombrar este discurso junto a Marx para nombrar la plusvalía y el plus de goce), un discurso que quizás no lo sea; una cosa es el discurso del capitalista y otro el discurso del capital, éste último es un sistema monetario al que las verdades singulares le son indiferentes.
De esta forma se forcluye el lugar de la verdad y se establece una circularidad sin tope de lo imposible,  donde no funciona la castración.
 Los efectos: Segregación, depresión generalizada, y ambición  sin coto.
El capitalista es entonces un discurso sin castración pero con entropía, se autoconsume, un exceso de ganancia que crea un exceso de pérdida. Un discurso marcado por la pulsión de muerte y un imperativo superyoico de goce que lo lleva aceleradamente a su consumición. En algún otro lugar que no recuerdo me parece que Lacan habla de “estallido” del discurso capitalista.
El discurso colectiviza, la verdad individualiza, esto último en el sentido de la diferenciación.
Soler se pregunta si triunfará el capitalismo y dice ser optimista  ya que la verdad del goce singular no puede desaparecer,  en tanto que lo forcluido reaparece en lo real, aparecen síntomas singulares a los que el capitalismo es indiferente, como intentos de individuación. La singularidad del sujeto no puede desaparecer, aparece la inversión de formas de goce sintomático. El capitalismo deshace los lazos sociales clásicos pero permite otros tipos de colectivos.
Este texto a continuación no es de mi producción creo, lo tenía en otro texto que escribí hace tiempo en el que no figura autor.
“Las referencias al discurso capitalista podemos encontrarlas en Lacan en el Seminario 16, 17, 18, también en el “Saber del Psicoanalista”, en la Conferencia Sobre la Experiencia del Pase del 3 de noviembre de 1973 y en “Radiofonía y Televisión”.
Pero es especialmente en su conferencia de Milán del 12 de mayo de 1972 donde escribe su matema.

$        S2                      
S1         a
Lacan realiza la inversión de los términos de la izquierda de su matema, modificando la escritura del discurso del amo. Ubica al sujeto en el lugar del agente, creando una apariencia de falso Amo en tanto liberado de las insignias identificatorias del S1 que podría comandar el discurso sin determinación alguna. Hay un rechazo de la verdad del discurso y en vez de estar determinado por ella la dirige, esto es central en la comprensión de este nuevo aparato de tramitar goce, porque explica la necesidad de Lacan de crear un nuevo discurso para pensar el lazo social en la época.”

Algunos de nosotros psicoanalistas nos animamos con estos sujetos, estas nuevas formas, podemos ir a ellos o recibirlos según sea la posibilidad; quizás no se trate de un psicoanálisis con “todas las de la ley” pero sí de una  escucha que pueda poner alguna  palabra o una intervención que empuje a la reflexión respecto a la realidad social del sujeto.  
                                                                   Margarita Urano.