Terapia intensiva : la vida y la muerte bordada en
la boca, una intervención institucional
Monika Arredondo
Los tiempos destilan signos. O mejor, los
hombres visten cada época con diferentes obsesiones. Hubo tiempos ilusionados,
hubo momentos de catástrofes, tiempos de silencio y muerte, hubo épocas serenas
como una tarde de abril. Hoy en algunos ámbitos, auguran crisis, en algunos
territorios según puede verse queda muy bien asesinar ilusiones, sonreír
levemente ante cualquier utopía y explicar puntillosamente que se aproxima el
final de una historia. Puede oírse por allí que los grandes relatos son
engañosos y sin embargo la actitud frente a los
profetas mercantilistas se vuelve
casi religiosa: se los lee reverencialmente. Una nueva mueca de la historia
hace que algunos textos solo algunos sean legitimitados y adorados cual si fueran
evangelios.
Tuve dos maestros que me acompañan en esta
escritura uno de ellos Sigmund Freud y el otro Fernando Ulloa con el cual tuve
el “privilegio” de trabajar durante trece años. Tomare como punto de partida
antes de adentrarme en los laberintos de la clínica institucional a Freud y su
“Psicología de las masas y análisis del yo “aún hoy vigente; en este texto se
plantea la necesaria presencia de un tercero inevitable y constitutivo en la
vida del sujeto social. Este tercero, tomado como “aliado, objeto de amor,
adversario o ideal” o tercero en tanto institución y cultura. En términos
institucionales no ya El malestar en la Cultura sino La cultura del Malestar parafraseando
a mi otro maestro. La institución nos sitúa en la vastedad de una geografía habitada por “otros reales o
imaginados “ y en la dimensión de contratos simbólicos o apropiaciones mortales
.
Lo institucional, puede ser una repetición
especular de un vínculo monopólico y excluyente
o recrear el concepto mismo de lazo social que incluye o
rechaza. Puede ser también repetición ciega o sorda o cuestionadora
inquiriendo acerca de la validez de una práctica. Este lazo que se evidencia no solo en el afuera de la
institución o en la formación de subjetividad también se asocia con su origen: el
significante, que lo identifica, elemento instituido e instituyente de una
vieja lucha que nos historiza como seres de cultura. Lo público y lo privado y
sus distintas ceremonias márgenes y pasiones.
Soportamos esa articulación, esa presión
entre la comunidad y la privacidad, en el límite de lo obsceno y lo simulado .
Una y otra vez se reproduce el juramento y la consecuente renuncia narcisìsta
ante el acuerdo colectivo; sin perder nuestra singularidad en juego ¡delicado
equilibrio!.
La tensión se produce entre el fantasma de
ser solo un engranaje y la subjetividad quizás representada en alguna utopía.
Si el análisis de una institución consiste
en fijarse por tarea abrir èsta a la vocaciòn de apoderarse de la palabra ,
toda posibilidad de intervención
creadora dependerà de la capacidad de sus iniciadores de existir en el sitio
donde “eso habria podido hablar” segùn el modo de existir marcado por el
significante del grupo, es decir asumir
de alguna manera la castración.
Esta introducción define algunas puntuaciones
teòricas ante lo real de la institución
hospital y dentro de esa organización un servicio: terapia intensiva me
obliga a describir no tanto lo que se ve sino lo que un analista piensa
teóricamente cuando recibe una demanda de un servicio que es el escenario, el último
acto de una novela por todos conocida y no por ello menos dolorosa el encuentro
con nuestra propia finitud.
Difícil demanda para la actualidad de una época
donde cualquier hueco es taponado por la urgencia de un hacer que colma el mas mínimo espacio
de vacío y que atenta ferozmente con cualquier posibilidad de pensamiento por
fuera del tiempo homogéneo de la inmediatez.
Hay algunos enunciaciones, relatos fragmentados
acerca de su “estar alli” (¿su realidad?) que marcaron un camino a lo largo de las reuniones que tuve en este
servicio que son significativas no solo porque fueron carta de presentación sino también porque ubicaron
conflictos mas allá de la urgencia.
El servicio dispone de aproximadamente 16
camas es el lugar de derivación de casos
complejos no solo del mismo hospital sino también son referentes de otros
hospitales.
Tiene grandes carencias a nivel de personal
medico, enfermería y aparatología.
El grupo con el cual trabajo está
constituido solo por médicos es mi intención avanzar en mi intervención sobre
el sector enfermería y grupo de padres.
El grupo dice de sí:
·
No hay reflexión del acto médico…
Cada uno en su mundo…
·
No hay defensa contra la presión
de la Dirección …no
se discute, somos un grupo de quemados…
·
Nos han convertido en un embudo… Somos
bomberos que apagan un incendio que se renueva todos los días…
·
Lo fundacional trajo de por si la
muerte…
·
Nos han municipalizado los afectos,
es parte de nuestra problemática, como preservarnos del Caos…
·
El servicio está disgregado y
desorganizado, sufriente y en falta. La gente huye.
·
Ya tenemos en nuestra historia
cuatro muertes súbitas de compañeros una de ellas agredida por un familiar.
·
El porque se muriò? Que pasò
?muchas veces, la mayorìa es una cuestión de procedimiento. Todo es un tràmite
.
·
Convocamos a la justicia (recurso
de amparo) porque la palabra no tenìa valor.
·
Siete años sin nombramientos, sin
nombrar la historia, los que ya no estàn los que se fueron..
Esta es parte de la descripción de su mortificación
de su sufrimiento y agrego del encuentro con su finitud, la muerte en el
cotidiano de su quehacer. Como la enfrentan la elaboran y la procesan. Se
enuncia pero no se habla no se despliega.
Vale la pena introducir aquí una reflexión
con respecto a cuando el cercano
significativo se muestra anestesiado, en su función y narcotizado en su
sufrimiento. Los diferentes rostros del borramiento del otro no son sin
consecuencias, esos ojos que no miran, esos brazos que no sostienen, el
reconocimiento que no llega, abandonan al sujeto a un actuar precipitado,
compulsivo, que intenta desesperado abrir alguna rendija para al fin producir
una demanda, una apelación a un tercero, que lo rescate de la soledad extrema
de su propia muerte. A imagen y semejanza de sus pacientes que no miran , no responden y tampoco los
sostienen en el para que de su tarea.
En el inicio utilice cuatro ejes de trabajo
herramientas que a la manera de hilo de Ariadna me acompañaron y aùn hoy me muestran distintas formas de abordaje y de
interpretación:
1.
El rey ha muerto, Viva el rey?: Se
alude a la muerte en tanto fundacional de la existencia del servicio. El primer
jefe se muere en el intento de organización de un servicio ideal, ese duelo no
ha sido realizado y todavía persiste en el grupo el imaginario de la época
dorada de ese Gran Otro que efectivamente los protegía. Se instala una idealización
de un inicio mítico inalcanzable e imposible. Ardua tarea para el nuevo jefe
todavía no entronizado ni aceptado por el conjunto.
2.
La segunda formulación teórica
deviene de la primera y la nombrè el “cadáver exquisito” ante la evidencia de
la no elaboración de ningún duelo (“nos han municipalizado los afectos) nunca
hay tiempo, todo es inmediatez , no hay una permanencia del discurso en una revisión
de su historia y en la existencia de un futuro. Herida narcisista que no cierra,
ausencia siempre presente que les impide pensarse como un nuevo equipo de
trabajo.
3.
La tercera herramienta alude al
concepto ulloniano de mortificación y naturalización de síntomas que padecen
aquellos que trabajan en instituciones ausentes y tóxicas. Atravesados en tanto
sujetos por un flujo incesante de situaciones de demanda extrema y de
emergencia. Se acepta rápidamente este estado de urgencia generalizada sin
posibilidad de pensamiento, y sin dejar huellas. Esta especie de asepsia en
cuanto a la memoria, a la marca, es una forma de defensa fallida frente a una
realidad colapsada de situaciones traumáticas.
4.
El cuarto eje es el despliegue de
metáforas en el imaginario del grupo y de la institución , a modo de ejemplo :
ser el final de un camino, el último episodio, el cuello de
botella, los administradores de la muerte.
Este imaginario afecta profundamente no solamente al equipo sino tambièn a los padres de estos chiquitos y al como se los
incluye o no en el servicio.
Hay muchos analizadores estos son solo algunos y desde mi hay
preocupación. Preocupación acerca de
cómo tramitar los duelos en un servicio en el cual la muerte se ha instalado.
Muerte en tanto olvido en tanto ausencia de
relato, duelo y despedida.
Pascal Quignard escribe…”¿ donde aparece la
muerte, en los hombres, si no en la felicidad? El goce es la disolución de los
miembros en sus medios , reabsorción en su fin.En la alucinación de
satisfacción , la vida ha terminado , la bùsqueda es recompensada , el tiempo
es destruido. Es el nirvana. En el nirvana, el lenguaje mismo se retira .
Eximirse del lenguaje , no ser ya uno mismo , no pensar, no desear, eso es el
nirvana.La verdadera muerte, la del prójimo, solo aparece después sobre el fondo
de esa experiencia de satisfacción , de la disolución y de la felicidad. Sòlo a
partir de la felicidad la muerte puede aparecer entonces a la luz de la
infelicidad y residir en la queja , es
decir , en el cansancio de vivir y en la expulsión del pensamiento. El goce
espera el sueño en que zozobra . pide la noche , que es siempre la noche
primera , que es tambièn la noche última con la que va a reunirse después de este
“ lapso” de cuerpo y de lenguaje que llamamos biografía…”
Hago mia esta bella descripción y agrego : el
lenguaje en este sentido , se construye , existe en la encrucijada de una lucha
aterradora entre la noche y el silencio. La palabra
esa gran dominadora que con un cuerpo
pequeñisimo e invisible , realiza cosas monumentales casi divinas. Con la
palabra se fundan ciudades se
edifican puertos , se conducen ejèrcitos ,
se gobierna el Estado Y se construye un
sujeto construccion mas compleja aùn que sus propias obras.
Para finalizar un fragmento de Francoise
Davoine que para mi es una asociación inevitable con las caracterìsticas de
este servicio y el sujeto que lo habita “…De
repente
un frío furtivo sacudió mi cuerpo y me entregó
a un temblor desesperante. Nada supe de aquello que aconteció en ese pretérito aún
tan próximo. Quise leer y mis párpados se cerraban pesados como plomos sobre
mis ojos agobiados. Sentí una profunda necesidad de abrigo, un deseo intenso de
caricias suaves y protectoras que me acercaran otra vez al calor del cuerpo. Así
de golpe, perdí la orientación de mi ser y caí en un hondo vacío que me abandonó
a lo peor de mis angustias. Lo familiar, lo próximo, lo cercano alteró su
esencia y la noche se abalanzó fulminante cubriéndolo todo de sombras…”.
Monika Arredondo
Bibliografía .
SFreud-
“Psicología de las masas y anàlisis del yo”
Fernando Ulloa .” La novela clìnica
psicoanalìtica “
Monika Arredondo “Actas de trabajo del grupo
Herramienta 8”
Pacual Quignard “ El odio a la mùsica”
Francoise Davoine “ Discurso analìtico del
trauma”