Inconciente y temporalidad
Freud en Benjamin
“El instante es ése equívoco en el cual tiempo y eternidad se tocan y es ése contacto
que acarrea el concepto de tiempo en el cual el tiempo no cesa de recusar la eternidad y en el cual la eternidad no deja de penetrar el tiempo.
Solo entonces toma sentido nuestra división en tiempo presente, tiempo pasado y
tiempo por vivir”
Sören Kierkegaard
La cualidad que define a la
Modernidad está inscripta como salto que constituye y que tiene como referencia
al siglo XVI entendido este siglo como experiencia
del instante y entendida por sus contemporáneos como experiencia de muerte y
como momento del juzgamiento por Dios, dado que los hombres del siglo
XVI se pensaban a las puertas del juicio final es decir que vivíase la irrupción del tiempo, la "temporalidad del tiempo",
como una experiencia cósmica y final, como un destino de fin de la especie por
haberse entrometido en los caminos del creador. En el siglo XVI, desde los que
leían y practicaban la astrología hasta los pastores de las iglesias reformadas
o fieles a Roma anunciaban que había llegado el momento del juicio final y que
se estaba en los umbrales del apocalipsis. Ése era el tiempo: el del
apocalipsis por haber disrrumpido el orden divino, tiempo de ruptura y tiempo
roto en la cabeza del hombre de occidente (Agnes Heller: “El hombre del
renacimiento”)
La historia que construirá la metodología positivista, de trabajo y de
elaboración, permite que sea abordada y leída como la temporalidad que antecede
lógicamente. La sucesión lógica -un hecho antecede a otro u otros- es de
pertinencia exclusiva de la historiografía y de la ciencia positiva a
diferencia de la lógica establecida por Freud para la construcción del concepto
de inconciente donde la dimensión lógica y temporal están subsumidas en el
concepto de aprés-coup: una formación sintomática, permitirá entender y dar
significación a los sucesos que la antecedieron y donde la espacialidad
temporal se condensa en un único espacio: pasado, presente y futuro ya no serán
pasibles de dividir en fronteras concientes e intangibles, estando el pasado
del sujeto y de la humanidad pasibles de hacerse presente a su vez en la
inteligibilidad de cualquier acto humano.
Es
en el psicoanálisis donde encontramos que el tiempo, conceptualizado desde la
otra lógica, la lógica del inconciente, abre esta hiancia por donde aparece el pasado, para que podamos "hacer ese
tremendo esfuerzo que viene haciendo el hombre a lo largo de la historia de
trabajar sobre el único tiempo realmente infinito, que no es curiosamente el
futuro sino el pasado." Nicolás Casullo, "La banalidad del
bien" (Rev. El Rodaballo, nov. l994).
Huella
mnémica
que sostiene, justifica y explica toda la producción del aparato psíquico, y es
Freud quien, al ofrendarnos la
conceptualización del muerto que habita al vivo produce, entre otras, la
posibilidad de pensar las estrategias
del tiempo y dos concepciones diferentes de trabajar el tiempo y la
memoria. "Que el excluido produzca la ficción que lo narra en una
"manera de hablar" cómica o trágica, ésa es la verdad de la
Historia." dirá Michel de Certeau. Por lo tanto, el excluido de la
conciencia, el desalojado por el yo conciente vuelve y vuelve por los caminos y
las grietas menos pensadas, vuelve en los sueños, en los síntomas, en los
fallidos, en los olvidos, en los lapsus y también en la forma paradojal de la
repetición: esencia del retorno de lo que se pretende excluir, olvidar,
renegar, expulsar: retorna siempre y es entonces desde donde podemos decir con
Marx que "todas las generaciones
de los muertos oprimen como una
pesadilla el cerebro de los vivos." ("El XVIII Brumario de Luis
Bonaparte").
Concepción del tiempo y la memoria diametralmente opuesta a la que
establece la historiografía en donde encontramos la voluntad explícita de
establecer una delimitada frontera entre el pasado y el presente, creando
lugares propios para cada uno, clasificando al pasado en un lugar distinto del
presente, suponiendo una continuidad genealógica que postula unidades
homogéneas: el siglo, el país, la clase social, etc.: siempre tendremos al mismo hombre. Estableciendo una condición de
elaboración a través de datos y fuentes corroborados fehacientemente así como
la voluntad conciente de no realizar ni elaboraciones ni inferencias que no
estén sostenidas nada más que por el interés de elaboración de acuerdo al
modelo racional-científico de la ciencia.
Aquí debemos señalar, también, que Freud es quien interviene en la
historia, entra para decir de la historia introduciendo en ella toda su batería
conceptual y conjetural. En
"Una neurosis demoníaca en el siglo XVII" toma el caso de un sujeto
que vivió en otra época histórica y nos muestra cómo trabaja con el sujeto y
con la historia: como si fuese una mina a cielo abierto. Ahí donde para el
historiador no hay documentos Freud muestra cómo elabora desde los indicios,
busca la huella como un verdadero pesquisa y conjetura hipótesis.
A su
vez, las producciones historiográficas de la lógica del lugar y del nombre
Freud las somete a la deformación. Dice Michel de Certeau que "El trabajo
de la diferencia cambia al discurso científico y didáctico de la historia y lo convierte en una escritura
"desplazada" (en sí misma y en su relación con la
disciplina)("El hombre Moisés", la aclaración es de mi autoría), es
decir en una novela....Pero, en Freud,
esta operación no crea otro lugar, no coloca a la novela en un campo distinto
del de la historia....Freud reintroduce al otro en el mismo lugar...la ficción (Freudiana) tiene el privilegio
de poder "volver a llamar al otro a escena", como hace el público con
los actores, "al sentimiento de extranjería".(Como lo llamará en "Lo siniestro". La aclaración
es de mi autoría) (M. de Certeau,
"La escritura de la Historia", pag. 330)
Freud realiza dos movimientos simultáneos que transforma en dos operaciones: al inventar el
inconciente como el espacio en el cual se va a desarrollar ese lugar
privilegiado de la producción humana pone
a trabajar el pasado en el presente de cada sujeto al mismo tiempo que
destraba la operación al dar cuenta
histórica de la mítica fundante con Totem y Tabú comenzando la intervención freudiana de "su hacer"
con la historia. Dos operaciones de una misma banda de Moebius: que hace Freud con la historia y que
efectos produce ésta en Freud con un borde fundante que articula a ambas:
su producción del inconciente= el muerto
habitando al vivo, el pasado habitando el presente.
El muerto habita al vivo, se infiltra y vive
ahí, volviendo ilusoria la conciencia del sujeto de estar en su casa. Este "obs-ceno" - por estar fuera de
la escena (conciente)- inscribe ahí la ley del Otro; precisamente esta ley del Otro será la matriz del instante
que funda y sostiene el acontecimiento
Por lo tanto el olvido
aparece como una acción contra el pasado y al mismo tiempo la huella del recuerdo, que es el regreso
de lo olvidado, como la acción de ese pasado siempre obligado a disfrazarse, a
camuflarse e infiltrarse: retorno del pasado obs-ceno, perturbador y perturbado
por su origen espurio de transgresión, traición y muerte
Freud, desde el psicoanálisis, será el
fundador de un concepto de tiempo donde el pasado entra por las grietas de las
obscenidades pertubadoras que implica decir que el acontecimiento que lo funda es el instante que implica un mito de
origen como repetición y salida: encuentro siempre fallido y por eso mismo de
ruptura y salto
Será por lo mismo que Freud escribirá que el acontecimiento es el instante que funda desde tal la posibilidad
del acto y escribirá, en prólogo a la segunda edición de "La
interpretación de los sueños": (este libro) "...era mi reacción
frente a la muerte de mi padre. Vale decir, frente al acontecimiento más significativo y la pérdida más terrible en la
vida de un hombre" y en el capítulo IV de "Totem y tabú":
"Un acontecimiento como la
supresión del Padre por la horda fraterna tenía que dejar huellas imperecederas
en la historia de la humanidad".
Acontecimiento Benjamin:
Será al “laberinto Benjamin”
dónde nos adentraremos para tratar de dar cuenta de su lectura acerca del lugar
del recuerdo, la rememoración y la memoria y de su relación con estos conceptos
freudianos para desarrollar la apertura de sus propios conceptos acerca de su
propuesta a tener en cuenta para elaborar su personal filosofía de la historia
que romperá los moldes establecidos por la propia historiografía positivista en
donde la sucesión de hechos y avatares son la única y remanida manera de dar
cuenta del lugar del hombre en el mundo: “La
historia es objeto de una construcción cuyo lugar no es el tiempo
homogéneo y vacío, sino aquel pletórico de tiempo-ahora.
Así, para Robespierre la antigua Roma era un pasado cargado de tiempo-ahora, que él hacía saltar
del continuum de la historia…Ella
es el salto de tigre hacia lo pretérito. Sólo que tiene lugar en una arena
en la cual manda la clase dominante. El mismo salto bajo el cielo libre de la
historia es el salto dialéctico, como el cual concibió Marx la revolución”
Tesis XIV en “Sobre el concepto de historia”
En el manuscrito M de las citadas tesis se lee “La historia es objeto de una construcción cuyo medio no lo constituye
el tiempo homogéneo y vacío sino aquél pletórico de tiempo-ahora…” y
continúa “…allí donde el pasado está
cargado con este material explosivo, la investigación materialista le agrega la
mecha al continuum homogéneo y vacío
de la historia. Al hacerlo tiene en mente hacer saltar de éste (esto es,
de dicho contínuum) la época…”
Y
será ahí en donde nos vamos a encontrar con alguna cita que cual idea fuerza
nos guiará para investigar de donde abrevó para desarrollarla: escribirá en las
tesis: “La memoria es el relampagueo de la conciencia en un instante de
peligro”: aquí tenemos condensada un aspecto de su concepción y de su
lectura de Freud porque considera la memoria como una aparición que ofrece un
relámpago que se nos presenta en un instante que en sí mismo anuncia un peligro
pero: a quién ó a quienes?: continuará escribiendo en sus tesis: a todas las
generaciones que nos precedieron y que fueron derrotadas en la historia de la
humanidad: por lo tanto la memoria: memoria
del instante: rememoración, ocupará el lugar de privilegiada región que
permitirá, mas allá del sujeto, asumir en un instante, en ése instante de
peligro la posibilidad de la salvación: es decir el relampagueo que asomará
para decirnos de la humanidad redimida en una postura que, dado sus vínculos
con su amigo, el cabalista Gershom Scholem, será la rememoración del esplendor:
una memoria que rememora y que es del orden del mesianismo: esto dice de su
postura en donde la llegada del Mesías será el momento en que las generaciones
vencidas en la historia de la humanidad
se rediman de todas sus derrotas
Que es lo que escribe del progreso? qué dice de la imagen de la pintura
de Klee que lo acompañó durante gran parte de su vida?: “Hay un cuadro de Klee que se llama Ángelus Novus. En él está
representado un ángel que parece como si estuviese a punto de alejarse de algo
que mira atónitamente. Sus ojos están desmesuradamente abiertos, abierta su
boca, extendidas sus alas. El ángel de la historia ha de tener ese aspecto.
Tiene el rostro vuelto hacia el pasado. En lo que a nosotros nos aparece como
una cadena de acontecimientos, él ve una sola catástrofe, que incesantemente
apila ruina sobre ruina y se las arroja a sus pies. Bien quisiera demorarse,
despertar a los muertos y volver a juntar lo destrozado. Pero una tempestad
sopla desde el Paraíso, que se ha enredado en sus alas y es tan fuerte que el
ángel ya no puede plegarlas. Esta tempestad lo arrastra irremisiblemente hacia
el futuro, al que vuelve las espaldas, mientras el cúmulo de ruinas crece ante
él hasta el cielo. Esta tempestad es lo que llamamos progreso” - Tesis IX
Esta es su pesimista concepción de la historia que reforzará cuando
escribe que la historia de la cultura es la historia de los despojos que han
quedado a lo largo de ésta y que el enemigo no ha dejado de vencer y ni los
muertos estarán a salvo de esta derrota: estos planteos acerca del futuro del
hombre, escrito en apogeo del nazismo y que preceden a su suicidio puesto en
cuestión(quiero decir que hay hipótesis de que fue asesinado por esbirros estalinistas
en la frontera pirineica de España) también lo acercan al Freud del “Malestar
en la cultura” en cuanto a su visión acerca del futuro humano: “Quien quiera haya obtenido la victoria
hasta el día de hoy, marcha en el cotejo triunfal que lleva a los dominadores
de hoy sobre los vencidos que hoy yacen en el suelo. El botín, como siempre ha
sido usual, es arrastrado en el cortejo. Se lo designa como el patrimonio
cultural…No existe un documento de la cultura que no sea a la vez de la
barbarie. Y como en sí mismo no está libre de barbarie tampoco lo está el
proceso de transmisión por el cual es traspasado de unos a otros”. Tesis VII
De dónde saca Benjamin estos
conceptos acerca de tiempo-ahora, memoria, imagen, recuerdo, rememoración, el
pasado y el lugar de éste y su intento de establecer una rememoración que se
haga presente en el espacio de las relaciones entre los hombres: quiero decir:
cómo se las arregla para extraer de Freud conceptos acerca del sueño y de las
imágenes en el despertar para trasladarlas a una masa de hombres que
compartirían este sueño colectivo?
Benjamin
realiza una transposición de conceptos psicoanalíticos nodales: sueño, trauma,
inconciente incorporándolas como categorías histórico-políticas retomando las
elaboraciones respecto a la conciencia y contrapondrá su propia teoría
acerca de la rememoración, el recuerdo y
la experiencia vivida apoyándose en estas elaboraciones para construir un
aparato conceptual lo absolutamente diferenciado de la temporalidad histórica
sobre la que se asienta la historiografía moderna y será este concepto de
tiempo el que permitirá articular la apropiación de herramientas conceptuales
psicoanalíticas para convertirlas en categorías historiográficas
En “Sobre
algunos temas de Baudeliere”, capítulo III, trabajando el tema de la
memoria y comparando a Freud con Proust (el Proust de “En busca del tiempo
perdido”) escribirá: “Es aconsejable volver a Freud en busca de una
determinación más sustanciosa de lo que en la “mémoire de l’intelligence” de
Proust aparece como desecho de la teoría bergsoniana. En el año 1921 se publica
el ensayo Más allá del principio del
placer, que establece una correlación entre la memoria (en el sentido de
una memoria involuntaria) y la
conciencia. Dicha correlación tiene figura de hipótesis. Las reflexiones que le
añadimos seguidamente no tienen el empeño de probarla. Deberán contentarse con
comprobar su fecundidad en orden a estados de la cuestión muy distantes de los
que estuvieron presentes en la concepción freudiana….La proposición fundamental
de Freud…formula la suposición de que “la conciencia surge en el lugar de la
huella de un recuerdo”. “Estaría entonces marcada por una singularidad: el
proceso estimulación no deja en ella, como en todos los demás sistemas
psíquicos, una modificación duradera de sus elementos, sino que por así
decirlo, se malgasta en el fenómeno de hacerse conciente”(Freud). “La fórmula
fundamental –escribe a renglón seguido Benjamin – de dicha hipótesis es “que hacerse conciente y dejar huella en la
memoria son incompatibles para el mismo sistema”. Agrega Benjamin:
“…traducido a la manera de Proust: sólo
puede ser componente de la memoria involuntaria lo que no ha sido
“vivido” explícita y concientemente, lo que no ha ocurrido al sujeto como
“vivencia”. “Atesorar huellas duraderas como fundamento de la memoria” en
procesos de estimulación es algo, según Freud, reservado “a otros sistemas que
hay que concebir como diversos de la conciencia”. Según Freud la conciencia en
cuanto tal no acogería ninguna huella de la memoria”” (hasta aquí la cita de
Bénjamin,) Aquí también podemos observar la impronta de la influencia
surrealista como la cita en relación a la memoria involuntaria
Que dice Benjamin del
sueño y de la alianza al colectivo humano: “Uno
de los presupuestos tácitos del psicoanálisis es que la oposición diametral
entre el sueño y la vigilia no tiene validez alguna para la forma empírica de
la conciencia humana, tendiendo mas bien a una infinita variedad de estados
concretos de conciencia, determinados por todos los grados concebibles de
vigilia de todos los centros posibles. El estado de la conciencia, tallada en
múltiples facetas por el sueño y la vigilia, sólo se puede transferir del
individuo al colectivo” Konvolute K1,5 (se
denominan así a los rollos de papel encontrados en la Biblioteca Nacional de
París en donde escribía el “Libro de los
pasajes” – páginas atiborradas de citas sin comentarios y que entregó a quien
era en ésa época bibliotecario de la misma - George Bataille - para ser
resguardados (escondidos) durante la ocupación nazi, que fueron hallados mucho
tiempo después y que hicieron dudar a los miembros de la Escuela de Frankfurt
de su veracidad) y escribirá de la relación del sueño con la teoría de la
percepción así como en el fragmento conocido como Traumkitsch, del año 1926
donde afirma que “El sueño participa de
la historia”, estableciendo así una correspondencia entre ambos espacios
En el “Libro de los pasajes” se
apropiará de la práctica interpretativa del psicoanálisis sobre el texto del
sueño porque características del sueño reconocidas por Freud resultan afines a
lo que denomina imágenes dialécticas.
Al ser el sueño una combinación de representación-imagen y representación-palabra,
en donde se anuda lo vivenciado reciente y lo mas antiguo, el sueño deberá ser
interpretado debido al hecho de la desfiguración onírica sometiendo su
contenido a operaciones de condensación y desplazamiento a fin de evitar la
censura, sirviéndose también del acervo simbólico disponible en el “inconciente
del pueblo”: La interpretación de los
sueños,(segunda parte), en Obras completas, T. V, pag.357): en donde se
encuentran las afinidades del sueño freudiano con las imágenes dialécticas de
Benjamin? “En lo que ha sido con el
ahora…, la imagen dialéctica aparece a los ojos de una época determinada: a
saber, aquella en que la humanidad, frotándose los ojos reconoce precisamente
esta imagen onírica en cuanto tal. Es en este instante en que el historiador
emprende con ella la tarea de interpretación de los sueños” Libro de los
pasajes pag. 466
El sueño del colectivo será su pasado y el presente ocupará el lugar de
la vigilia y el momento ó proceso del despertar se equipara al ejercicio de la
rememoración y la imagen: “Es aquello en
donde lo que ha sido se une como un relámpago al ahora en una constelación. En
otras palabras: imagen es la dialéctica en reposo. Pues mientras que la
relación del presente con el pasado es puramente temporal, continua, la de lo
que ha sido con el ahora es dialéctica: no es un discurrir. Sino una imagen en
discontinuidad. Sólo las imágenes dialécticas son auténticas imágenes (esto es,
no arcaicas) y el lugar donde se las encuentra es el lenguaje” Libro de los
pasajes, pag. 464
Lo que denomina “giro
copernicano” será el ejercicio histórico y político del ejercicio de la
rememoración como una nueva técnica del despertar teniendo el presente
preeminencia metodológica: “El giro
copernicano es el siguiente: se toma un punto fijo: ´Lo que ha sido’, se vio el
presente esforzándose tentativamente por dirigir el conocimiento hasta ese
punto estable. Pero ahora debe invertirse esa relación, lo que ha sido debe
llegar a ser vuelco dialéctico, irrupción en la conciencia despierta(…) el
despertar es la instancia ejemplar del recordar” Ibid, pag. 394
El historiador ejercerá las imágenes
dialécticas para, “mediante el
método destructivo-crítico hacer estallar la continuidad histórica y luego en
un segundo momento, en donde el pasado es alcanzado por la actualidad,
disponiendo de fragmentos arrancados al continuum histórico y sin que halla
continuidad entre ellos” y dirá que “esta metodología será como la
interpretación freudiana porque este montaje permitirá el acceso al
despertar de un saber, aún no conciente, de lo que ha sido” Ibid, pags.
460 -472-477-478 (Aquí también, en esta cita, reconocemos la influencia del
surrealismo)
Esta metodología de
apropiación de categorías freudianas–sueños, recuerdos, inconciente - para
transponerlas en conceptos históricos-políticos tendrán, desde su concepción
explicitada en su “Libro de los pasajes”, un “otro lugar” con nuevas
significaciones correspondientes a un sujeto colectivo y de esta manera
producirá un salto cualitativo que marcará la posibilidad de entender al sujeto
colectivo desde la perspectiva de una
otra época, arrancando y haciendo saltar de sus goznes una concepción del
sujeto sin ensamblar: desde su lugar de soñante, desde la fantasmagoría que
implica a un “flaneur”(deambulador, trotacalles) a la fantasmagoría de una
época histórica como lo desarrollará en “París, capital del siglo XIX”. Benjamin
llamará iluminación a la
estructura del momento:- fenómeno
originario donde tiene lugar la verdad de la historia bajo la forma de imágenes
dialécticas y cuyo método es el montaje.
“La historia marxista tiene una responsabilidad: liberar a la tradición
de las garras de los opresores…la esperanza va más allá de lo dado para abrir
el ámbito de lo posible. El recuerdo activo, la rememoración (Engedeuken),
establece la posibilidad…es en la práctica política donde la historia existe.
La verdadera imagen del pasado pasa rápidamente. El pasado es retenido sólo
como una imagen que es percibida como un relámpago en el instante de su
cognocibilidad, que jamás volverá a ser visto”
La tarea negativa de Benjamin
está centrada en una crítica del evolucionismo en pos de una intervención en
una instancia (lo real) porque, como el capitalismo, no morirá de muerte
natural: “El tiempo-ahora es la
inversión de la evolución uniformemente variada…La historia es el objeto de una
construcción cuyo lugar no lo forma el tiempo homogéneo y vacío, sino el
tiempo-ahora (Jetztzeit)pleno”
“La política ostenta el primado sobre la historia”: esta supremacía
señala que no se trata de una relación de contigüidad entre segmentos temporales
. Del pasado al presente se podría postular una yuxtaposición dada por la
transición propia y objetiva del cosmos; del pasado al ahora (que es siempre
nuestro) existe una relación de deseo, de requerimiento, de exilio que sale de
toda linealidad. El tiempo-ahora constituye el acontecimiento total de la
historicidad: la transformación radical del mundo, la creación de la felicidad,
la eliminación del sufrimiento, la venida del Mesías, en fin, la revolución”.
“La historia no se acumula, se
construye. Son las esperanzas presentes las que aprovechan la productividad de
sentido de aquellos signos que como en los éxtasis nos impactan de un modo
diferente. El impacto es como el de la revolución que es superior porque
transforma ese mundo trágico.
El conocimiento nos
enseña a experimentar el éxtasis de la liberación y de la felicidad: el “shock”
que experimentamos en el amor ó en el instante de peligro”
La ruptura del presente, el
descomponer la cadencia del tiempo, es la virtud mas importante del saber
histórico, por lo tanto será la aprehensión historiadora actual la que confiere
el carácter histórico a la facticidad que es tal si pertenece a nuestra
concepción de la historia.
La historicidad está dada
por el recuerdo que realizamos en el presente, por lo tanto será una teoría de
la memoria su filosofía de la historia. Por lo tanto subraya la preeminencia y
la prevalencia del presente que se hace en nombre de las generaciones vencidas
y del sentido mesiánico al esperar activamente la llegada de la transformación
radical del mundo y del hombre, transformación que, esperanza mediante, se
realice a través y en función del soñar de toda la humanidad: dirá la Tesis VI:
“Articular históricamente el pasado no
significa conocerlo como verdaderamente ha sido. Significa apoderarse de un
recuerdo tal como éste relampaguea en un instante de peligro…”
Bibliografía
Walter
Benjamin: “La dialéctica
en suspenso, tesis sobre la filosofía de la historia”, “Para una crítica de la
violencia”
“El
narrador”, “El libro de los pasajes”, “El París del segundo imperio”, “Algunos
temas sobre Baudeliere”
Sigmund
Freud: “La
interpretación de los sueños”, “Lo siniestro”, “Una neurosis demoníaca en el
siglo XVI”, “Mas allá…”
Michel de Certeau: “La escritura de la historia” “Historia y psicoanálisis”, “La fábula
mística”
María Castel: “Temporalidad, inconciente y tiempo histórico”
Agnes Heller: “El hombre del renacimiento”
Abel Langer – 4854-1180(P) /// 4963-2880©
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En relación a la concepción de Tiempo propuesta por Walter Benjamin, quiero agregar
ResponderEliminarque la existencia del hombre es un modo de ser abierto, afectado por la Temporalidad,
no la de los relojes, sino por una temporalidad propia, singular.
La principal inserción del hombre en el mundo es existencial y no cognitiva y consiste
en lo que Heidegger denomina "tomar cuidado respecto del mundo.
La existencia del hombre está en constante riesgo de caer en la impersonalidad y el anonimato, acentuado en la actualidad,
caracterizada por el dominio planetario de la técnica y de una actitud manipuladora. Según esta actitud, las cosas del mundo son tan solo objetos,
que giran en torno de nuestras necesidades de una manera puramente instrumental.
Además del filósofo hay otro tipo de existencia que es capaz de relacionarse con el Ser y con la Nada:
el Poeta.
Mediante el decir poético, el poeta nombra las cosas por primera vez, a través de un bautismo originario.
En lo que hace a nuestra Praxis, el Discurso del Analista es el reverso del Discurso Capitalista, ya que éste ofrece objetos para taponar el
Deseo, mientras que el primero, lo propone como una búsqueda.
Basado en un texto escrito por Julio Cabrera: "Cine: 100 años de Filosofía" Ed. Gedisa Capítulo "El Ser y la condición humana".
Selección y destacados: Mabel Carné